Sala de Prensa
Deben introducirse mejoras en la próxima campaña de MenorcaVals
Ante los múltiples comentarios recibidos, la Asociación de Comerciantes de Menorca (ASCOME) ha tenido interés en recoger las opiniones y observaciones de los comerciantes de la isla ante la última campaña de vales de consumo organizada por el Consell Insular de Menorca, a través de una encuesta entre sus socios.
Con la idea presentada por ASCOME a la Presidenta Susana Mora, el CIMe perfiló y organizó la primera campaña de vales de consumo en 2021 (del 3 de julio al 30 de noviembre de 2021) en plena pandemia de coronavirus. Luego le siguieron dos ediciones iniciadas en 2022 (del 18 de febrero al 31 de mayo, y del 4 de noviembre al 28 de febrero de 2023). Y por último la cuarta campaña iniciada el pasado día 27 de marzo de 2023 y que en teoría debería alargarse hasta el próximo 30 de junio.
Para un 77,8% de los comercios encuestados la valoración de las campañas de MenorcaVals impulsadas hasta ahora es buena (22,2% regular). En cambio la opinión de ‘buena’ desciende hasta el 33,3% cuando valoran únicamente a la campaña actual de 2023 (un 30,6% regular y 36,1% mal).
Las quejas de la actual campaña, a punto de agotarse los vales de compra, se centran precisamente en el sistema de reparto de estos. Poco claros para el usuario final y que se considera que ha creado agravios entre las potenciales beneficiarios en favor de los más agiles con las herramientas digitales y en detrimento de mayores y personas sin o con acceso limitado a las nuevas tecnologías. Si realmente se trataba de una campaña más social seguramente existían acciones públicas mucho más eficaces.
Antes de su publicación ASCOME ya manifestó al Conseller de Economía, Josep Pastrana, y Pilar Pons, Director Insular, que no se estaba de acuerdo con la exclusión de gran parte de las actividades comerciales que se habían podido adherir en ediciones anteriores. Para los comercios con más de un epígrafe que ahora solo podían cambiar los vales para determinados productos, ha sido muy complicado explicárselo a los clientes y consumidores. Más aún si habían participado en anteriores donde entraban todos sus productos. Ha generado diferencias injustas entre empresas locales que en anteriores campañas no existían.
Otro punto en que ASCOME expresó con antelación su escepticismo al CIMe, fue en que el valor de los vales utilizados en cada operación pueda representar hasta el 100% del precio de la compra. El 77,8% de los comercios encuestados prefiere que el valor de los vales utilizados tenga que representar, como máximo, un 1/3 del precio de la compra. Con esta última proporción la inversión pública realizada en 2023 de 2 millones de euros en vales podría haber generado, por ejemplo, una actividad comercial de 6 millones de euros, con compras más repartida en el tiempo, menos impulsiva y más reflexivas. Si el consumidor debe poner una contrapartida valorará mucho más la iniciativa.
Con todo ello se sigue valorando muy positivamente por parte de los comerciantes esta iniciativa por lo que significa de apoyo y dinamización del pequeño y mediano comercio local de proximidad, y esta debe continuar ejecutándose. Siempre que se tengan en cuenta las observaciones y sugerencias realizadas, introduciendo las pertinentes modificaciones, un 88,9% de los comercios encuestados cree que debe seguirse con nuevas campañas de MenorcaVals y tienen intención de adherirse en próximas ediciones.
Por último, a la pregunta de si prefiere el sistema de funcionamiento de MenorcaVals (comprador descarga los vales) o de los Bons Illes Balears (los vales los gestiona el comercio), las resultados de las respuestas han sido muy parejos con cierta preferencia hacia el sistema del CIMe con un 41,7%, frente al 30,6% de los Bons del Govern de les Illes Balears y un 27,8% de los comercios que le es indiferente.
También se han recibido quejas sobre la plataforma utilizada para validar los vales de compra (de nuevo el primer día colapsó y no funcionó, falta de la autenticidad de la persona que se descarga los vales de compra,…) y referente al excesivo tiempo para materializar el pago por parte de la Administración Pública de las vales de compra canjeados. La actual economía de pymes y autónomos no les permite aguantar tanto tiempo con una entrada diferida de dinero.