Sala de Prensa

Artículo: Diferenciar entre gobierno y gestión

11/02/2014 3ª Conferencia “Liderar la Empresa Familiar: Buenas prácticas de Gobierno Corporativo”

Desde nuestro conocimiento y experiencia de Menorca, estimamos que más de la mitad de las empresas familiares menorquinas están cambiando de una Generación a la Siguiente o lo van a hacer en los próximos años; una realidad que también está presente en otros países desarrollados. Un hecho singular es que una mayoría de estas empresas deben pasar el testigo de la primera generación a la segunda; de tener uno o dos propietarios -que además gestionan la empresa- a varios propietarios y con algunos de ellos sin trabajar en la misma, pero decididos a ejercer los derechos que su cuota en el capital les otorga.

Sin duda es un gran reto para la estructura empresarial insular con una única salida: alcanzar el 100% de éxito en estas transiciones generacionales para salvaguardar la riqueza y el bienestar de la Isla. No estamos solos, en los últimos años hemos avanzado significativamente en el estudio académico y la práctica empírica de las empresas familiares y sus familias propietarias, y hoy sabemos lo que debemos hacer para no caer en las trampas históricas.

Las empresas familiares nacen con el sueño empresarial de crecer y llegar a ser grandes; algunas lo consiguen. Y las familias empresarias que las desarrollan manifiestan siempre una firme voluntad de transmitir su legado -patrimonio y valores- a la Siguiente Generación; es natural. Los primeros años son críticos: visión de negocio, perseverancia, flexibilidad y gran esfuerzo; y conseguir que una idea de negocio triunfe en un mercado competitivo para convertirla -primera fase- en una pequeña empresa sostenible y consolidada es un enorme desafío.

En estas empresas, la familia empresaria -fundadora y propietaria- es el “alma” y el “motor”, considerándose normal que, ellos mismos y al mismo tiempo, ejerzan las responsabilidades degobierno y de gestión. Sin embargo, hay un segundo paso, si cabe, más difícil que es dirigir estas empresas en el tiempo, adaptándolas a los cambios permanentes del mercado hasta lograr una dimensión suficiente para integrar un nuevo nivel de profesionalización, necesario e imprescindible, si se quiere continuar creciendo, siendo rentable y, principalmente, perdurar por varias generaciones familiares. 

La pequeña empresa no se detiene, por una parte, continua potenciando el crecimiento de sus actividades, en complejidad y tamaño, por diversificación de nuevos mercados o productos, por la internacionalización, por la incorporación de nuevos responsables no familiares, por las decisiones de inversión y consiguiente captación de recursos financieros, etcétera, etcétera; y de otra, el avance generacional imparable conduce a que haya más miembros de la familia, y posiblemente más propietarios. Una nueva situación en la que aparecen “cuellos de botella” organizativos, por confusión de responsabilidades de gobierno y de gestión; a su vez, próximas e independientes.

La palabra “gobierno” tiene su origen en el verbo latín gubernar que significa gobernar, dirigir, guiar o pilotar haciendo fácil entender la expresión “gobierno corporativo” aplicado al mundo de la empresa familiar, como práctica emergente en los últimos años. Definimos, de forma abreviada, el gobierno corporativo como un sistema de estructuras y procesos para dirigir y controlar la Empresa, y rendir cuentas de ello a la Propiedad, y también, a la Familia Empresaria. Cabe decir que no es un fenómeno nuevo, de hecho su función ha existido siempre; sencillamente, ha aumentado su interés ante la necesidad de reforzar la continuidad empresarial y generacional de las empresas familiares para afrontar con garantías las nuevas tendencias de mercado, tecnológicas y sociales. 

A los cambios del entorno, no cabe más que reaccionar -mejor, anticiparse- con cambios en la propia empresa. Uno de ellos será comprender y sentir la necesidad de separar las responsabilidades de gobierno y de gestión; diseñando un nuevo modelo organizativo como palanca de impulso del guión estratégico que nos debe llevar al nuevo horizonte. El mercado exige profesionalización y en la empresa familiar debe ser doble: en la empresa y en su familia propietaria. Serán las claves del éxito, que demanda la existencia de órganos de gobierno competentes mediante las personas apropiadas.

El desarrollo de la empresa familiar requiere avanzar en la diferenciación entre gobierno y gestión, extendiendo la participación, en estos procesos, a un mayor numero de personas para el cumplimiento de responsabilidades “diferentes” orientadas a generar valor para Todos. 


Profesor Joan Mons, IESE Business School,
Universidad de Navarra

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