Sala de Prensa
En contra del nuevo impuesto a los comercios de Menorca
El Govern de les Illes Balears, a través de su Vicepresidente Económico, D. Josep Ignasi Aguiló, ha reafirmado su intención de crear nuevos impuestos autonómicos que gravarán directamente la actividad comercial.
ASCOME ya ha reiterado durante las últimas semanas, y a través de diversas vías, su total oposición a la creación de nuevas figuras impositivas. En vez de equilibrar las cuentas públicas por la vía del incremento de la presión fiscal, lo deseable sería adelgazar y racionalizar verdaderamente el gasto de la Administración.
Además, uno de estos nuevos tributos baleares quiere imponerse a los comercios de Menorca, y también de Ibiza, con una superficie de exposición y venta de más de 400 m². En cambio en la isla de Mallorca deberán pagar este mismo gravamen los establecimientos que superen los 700 m².
Desde ASCOME se considera que se trata de una total discriminación hacia las islas menores ya que los comercios minoristas de Menorca de 400 a 700 m² deberán pagar un impuesto, con unas cuotas tributarias importantes, y en Mallorca no.
Ejemplo:
- Un comercio de alimentación o juguetes en Menorca de 700 m² de exposición y venta, con una zona de aparcamiento de 210 m² y 140 m² de almacén, devengaría una cuota tributaria de 5.670 euros.
- El mismo comercio en Mallorca, 0 euros.
Tal y como se ha reconocido, este nuevo impuesto no emana en absoluto de la Ley 11/2001 de comercio de Baleares, por lo tanto no sirve que el Govern de les Illes Balears quiera ahora utilizar a su conveniencia, y con aparentes fines recaudatorios, unas definiciones dadas en su momento en dicha ley sobre licencias autonómicas. Se tratan de conceptos y figuras jurídicas totalmente distintas. El Govern de les Illes Balears puede, siempre que lo desee realmente, establecer en este nuevo impuesto un límite exento igual para todas las islas.
La configuración de este impuesto supone para Menorca que muchas pequeñas y medianas empresas familiares, de distintos sectores, se verán seriamente afectadas. Muchas empresas, para su propia subsistencia, no podrán soportar un nuevo y sucesivo incremento de la presión fiscal.
Con las modificaciones anunciadas antes de su próxima aprobación por el Consell de Govern, la discriminación hacia las islas menores parece agravarse. En particular se ha introducido, respecto del anteproyecto inicial, una posible bonificación del 35% para aquellos establecimientos que cuenten con más de tres medios de transporte de servicio público para acceder al mismo. A diferencia de Mallorca, en Menorca no será aplicable tal bonificación ya que no disponemos ni de metro ni de tren.
Aunque su previsión de entrada en vigor, una vez aprobado por el Parlament de les Illes Balears, es para el próximo mes de abril, ya se ha advertido que será aplicable para el ejercicio completo de este año 2013.
El otro nuevo impuesto balear sobre envases de bebidas también supondrá a las pequeñas y medianas empresas afectadas un enorme coste económico añadido, que el ejecutivo balear no pretende compensar de ninguna manera, por la gestión administrativa que conllevará su recaudación a favor del Govern del Illes Balears.