Sala de Prensa

Este lunes se ha publicado de forma extraordinaria en el BOIB (núm. 8176, de 7 de septiembre) el Acuerdo del Consejo de Gobierno de 7 de septiembre de 2020, por el que se habilita a la consejera de Salud y Consumo para la adopción de medidas temporales y excepcionales para la contención de la COVID 19 en determinadas áreas geográficas.

Entre las diferentes medidas, el Consejo de Gobierno ha acordado facultar la suspensión o limitación de actividades en academias, autoescuelas, centros de enseñanzas no regladas y centros de formación cuando la situación epidemiológica de una isla, un término municipal o agrupación de estos, un núcleo de población o una zona urbana perimetralmente determinada, si se produce un situación de transmisión comunitaria del  SARS-CoV-2.

A pesar de que se trata de una situación socio-sanitaria delicada y hay que acordar decisiones severas para hacer frente a esta pandemia, algo totalmente comprensible, desde la Asociación se recuerda que todos los centros han tomado las medidas oportunas para garantizar una formación segura. A tal efecto, se ha reducido el aforo, aumentando los horarios para poder mantener a todo el alumnado; se hace obligatorio el uso de mascarilla y gel hidroalcohólico; se aumenta la distancia de seguridad entre alumnos y se asegura la desinfección de las aulas y material de las mismas.

En un momento como este, es especialmente importante poder mantener la actividad de las academias y centros de enseñanza, a fin de poder seguir garantizando la correcta educación de los alumnos, y más teniendo en cuenta que éstos pueden haber sufrido las consecuencias de la falta asistencia presencial a las clases durante meses. Por ello, hay que dar valor a la enseñanza en grupos reducidos, de forma personalizada y con las garantías que se merecen los alumnos.

En el mismo sentido, en un entorno global con altos niveles de estrés detonados por la emergencia sanitaria y el confinamiento, los expertos en salud mental recomiendan el yoga y las terapias como una herramienta de relajación y sus practicantes están convencidos de que la milenaria disciplina ayuda a mantener la calma frente a la incertidumbre que nos rodea. Por ello, es preciso poder mantener y asegurar la actividad en los centros de enseñanza para garantizar la correcta ejecución de esta actividad y favorecerse de sus beneficios.

A pesar de que el sector educativo es un servicio esencial y básico en todas sus facetas, los centros académicos se vieron en la obligación de cerrar sus puertas durante la declaración de estado de alarma (durante más de tres meses), tanto por imposición normativa como por sentido de responsabilidad con la sociedad. Ello supuso la disminución de la facturación del 100%, así como tener que acogerse desde las academias a la figura del Expediente de Regulación Temporal de Ocupación para sus trabajadores. Si se produce la repetición de un escenario como el vivido, muy probablemente serán muchos los centros que se verán obligados a cerrar sus puertas definitivamente al no poder hacer frente a esta situación. Así, es preciso que las administraciones doten a los mismos de los medios e instrumentos materiales y jurídicos necesarios para poder hacer frente a la posible repetición de este marco.