Sala de Prensa
Posicionamiento PIME Menorca sobre la reducción de jornada
Menorca parte de una economía estacional, en la que el período de ocupación no excede de los seis meses por la estacionalidad turística, en la que todos los sectores de servicios turísticos, por definición, hacen uso de mano de obra intensiva y la gran masa empresarial está formada por autónomos, micropymes y pequeños empresarios.
Al entorno económico definido deben sumarse las graves dificultades que tenemos para incorporar trabajadores nuevos, lo que nos ha llevado a tomar, en muchos casos, medidas de fidelización de trabajadores incrementando costes salariales y a ajustar jornadas para adaptarnos a los descansos y turnos establecidos en los convenios colectivos, provocando reducción de horarios en la prestación de los servicios.
También los importantes incrementos salariales pactados en los convenios colectivos, el incremento de cotizaciones sociales, la subida del SMI, los nuevos permisos remunerados, son elementos que han ido frenando la actividad empresarial.
Medidas como la propuesta de reducción de jornada, no va a contribuir a mejorar la viabilidad económica de las empresas, si no todo lo contrario provocarán una nueva pérdida de competitividad y, más grave aún, inestabilidad en la viabilidad de la empresa.
Vemos como cada vez es más difícil contar con mano de obra destinada a los sectores productivos de la economía y que la motivación de los jóvenes en la creación de empresas es escasa. Es necesario tomar medidas que fomenten estas iniciativas en el sector privado en lugar de fijar obligaciones que mermarán la productividad, ya que la actividad empresarial financia gran parte de la actividad social pública, como las pensiones, prestaciones, ayudas sociales o las retribuciones de los funcionarios públicos que cada vez demandan de más recursos.
La reducción de jornada supondrá, sólo en costes salariales un incremento del 6’25%, al que habrá que sumar las revisiones salariales incluidas en los convenios colectivos en 2025, sin que previsiblemente conlleve una mejora en la productividad. En algunos sectores, supondrá un incremento del 9’5% en 2025.
Sin duda, los trabajadores pueden obtener un rédito inmediato de esta reducción, que no se verá sostenido en el tiempo. Las empresas no podrán asumir el incremento salarial y los costes derivados del mismo sin provocar un alza de precios, incrementando la presión al alza de la inflación, cuanto menos, o plantearse la continuidad de la empresa, mucho más grave.
Ante esta situación y determinadas las consecuencias, PIME Menorca debe rechazar totalmente la reducción de jornada propuesta por el Ministerio de Trabajo.
- No es asumible una reducción de jornada aparejada al mantenimiento de salarios, si no va acompañada de medidas de bonificación al nuevo esfuerzo empresarial, medidas de reducción de cotizaciones o incentivos fiscales que compensen este incremento.
- Es necesario que esta decisión se tome desde la negociación colectiva de convenios en los que ya se establecen las jornadas máximas y donde se contemplan las peculiaridades de cada sector de actividad. De esta forma se podrán tener en cuenta la naturaleza, territorio y alcance de la medida en el ámbito laboral y económico de cada sector.
- La mejor propuesta para una medida de este tipo, sería incentivar a las empresas la aplicación de la reducción de la jornada, en la que se tendrían en cuenta tanto las necesidades del trabajador como de la empresa, y con la que se minimizaría el menoscabo que supone la obligatoriedad de la medida sin ninguna contrapartida.