Sala de Prensa

Encuesta temporada turística 2016 - agosto

13/09/2016

Respecto del pasado mes de agosto se ha proseguido con la encuesta que elabora PIME Menorca para conocer, mes a mes, la evolución de la actividad turística en sectores como comercio, restauración, náutica, viviendas turísticas vacacionales, alquiler de vehículos y agroturismos.

A diferencia del pasado mes de julio, y al igual que ya sucedió en los meses de mayo y junio, existen más empresas que han mantenido la facturación del año pasado de las que declaran una cifra superior a 2015.

Un 44,19% de las empresas consultadas se ha mantenido igual, un 36,74% ha mejorado su facturación respecto al mismo mes de agosto del año pasado, y para 19,07% este mes de agosto fue peor que en 2015.

Por sectores destacar en primer lugar la pésima evolución experimentada en el sector de alquiler de vehículos durante la presente temporada turística. El espejismo de las primeras encuestas satisfactorias de la temporada se ha diluido con unos resultados de este mes de agosto que recuerdan a los de años anteriores. Aún con la apreciable mayor afluencia de visitantes registrada, únicamente el 5,26% de las empresas menorquinas de alquiler ha aumentado su facturación en el mes de agosto.

En el lado opuesto, el sector con mayor porcentaje de empresas que han aumentado su facturación, con un 63,64%, han sido las viviendas turísticas vacacionales. Desbanca de esta posición a los agroturismos, que de todas formas siguen mostrando un comportamiento envidiable. En ambos sectores no hay ninguna empresa que haya disminuido respecto de agosto del año pasado.

Manteniéndose el porcentaje de comercios que aumentan sus ventas este 2016, este mes de agosto se ha reducido prácticamente a la mitad, respecto a julio, los comercios que han reducido su facturación, pasando a mantenerse igual.

Para restauración los meses de julio y agosto habrán seguido un patrón muy similar, casi idéntico. Si bien un 76,36% ha mantenido o superado la cifra de negocios del mes de agosto del año pasado, nada más y nada menos que un 23,64% declara haber bajado su facturación durante el principal mes de la temporada turística respecto a 2015.

Igual que ocurriera en los meses precedentes, los actuales resultados obtenidos son relativamente inferiores a la encuesta de la temporada turística del año pasado. Cabe recordar que la encuesta se realiza sobre una muestra homogénea y que no varía sustancialmente de un año a otro. De esta forma destaca el dato que refleja que el porcentaje de empresas con mayor facturación en agosto de 2015 respecto a agosto de 2014 fue superior (46,31%), al resultado que ha arrojado ahora agosto 2016 respecto al mismo mes en 2015 (36,74%).

Con estos y otros datos se hacen incomprensibles para muchos empresarios menorquines las voces que se han alzado, incluso desde las Administraciones Públicas, con propuestas dirigidas a limitar la principal actividad económica de esta región insular.

Menorca, y su economía dependiente del turismo, no se pueden permitir el lujo de lanzar este tipo de mensajes disuasorios de cara a posibles visitantes. Invertimos fuertes cantidades de dinero en la promoción turística, y luego de forma paralela y contradictoria se vierten informaciones que no hacen otra cosa que dañar la imagen del destino.

El incremento de la demanda lo que debería provocar es una mejora de la oferta y ejecutar las inversiones en infraestructuras básicas pendientes (carreteras, conexión suministro eléctrico, acceso a poblaciones, suministro de agua, aparcamientos, zonas turísticas,…), que el aumento del número de visitantes pone de manifiesto que son imprescindibles. Necesarias para que satisfagan las exigencias de los mercados y que permitirían mejorar la calidad de vida de toda la población.

Precisamente esta falta de infraestructuras adecuadas también se ha hecho evidente en el debate iniciado sobre el reparto de los fondos derivados del nuevo impuesto sobre estancias turísticas “ecotasa”. Día tras días se va ampliando el listado de inversiones, no estrictamente turísticas, que reclaman todas las administraciones públicas que quieren contar con los fondos provenientes del turismo.

Los modelos económicos reconocibles son de crecimiento, sostenibles en todo caso, pero en ningún caso limitativos y restrictivos. Menorca debe estar dispuesta a soportar los posibles inconvenientes que, en un período muy corto de tiempo, ejerce la presión humana turística para generar una renta económica que beneficie a todos. La generación de riqueza se convierte en bienestar para todos los ciudadanos.

En este punto entramos en la necesaria participación de todos los menorquines en el negocio turístico. La actividad turística no debe ser exclusiva de ningún operador o sector. Toda la sociedad menorquina debería tener el derecho a poderse beneficiar de la renta turística de manera directa. La regulación del alquiler turístico de forma amplia, además de ofrecer lo que demanda una parte importante de la tipología de cliente que visita Menorca y que ya brindan otros destinos, favorecería a esta concienciación general de la importancia del turismo además de generar y redistribuir riqueza en la economía de Menorca.

Por otro lado, antes de tomar ninguna medida definitiva, deben analizarse todos los motivos reales que han provocado la situación vivida durante esta temporada turística con un incremento del número de visitantes en Menorca. Venimos de temporadas donde la situación era bien distinta, con pérdida constante de turistas. Además nos encontramos en un panorama sociopolítico incierto y cambiante, y por lo general la economía siempre se resiente de ello. La inestabilidad política nacional y la salida del Reino Unido de la UE son sus máximos exponentes de incertidumbre.

Todas las decisiones políticas, incluso su inactividad, tienen consecuencias y en algunos casos la restitución del daño causado resulta prácticamente irreversible.

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